Como Exfoliante: Debido a sus propiedades (tiene una acidez elevada pero se disuelve fácilmente), el ácido glicólico sirve como exfoliante. Suele incluírse como ingrediente activo en las cremas o geles exfoliantes, ya que el ácido glicólico penetra las capas superiores de la piel, las que muestran signos de deterioro (ya sea por la edad, la exposición al sol, el acné u otros problemas), y destruye el ‘pegamento’ que adhiere la piel muerta a la superficie, ayudando a desprender químicamente esta capa. El resultado es que la superficie de la piel se ve mucho más suave y la apariencia general es más juvenil.
Refuerzo de los humectantes: Otra de las propiedades del ácido glicólico es que ayuda a que los humectantes penetren las capas de la piel recién exfoliada. Por eso las compañías de cosméticos ofrecen toda la línea de productos del cuidado de la piel. Los humectantes y los neutralizantes sirven para contrarrestar los efectos corrosivos del ácido.
Mejor que pasar por el bisturí: El ácido glicólico es ampliamente utilizado tanto por los dermatólogos como por los cirujanos plásticos y los cosmetólogos, ya que ofrece una buena alternativa a la cirugía al borrar arrugas, cicatrices, estrías y acné. Sin embargo, no se lo recomienda para aliviar irritaciones ya que de por sí es un irritante.
Otros usos: Más allá de sus usos en cosmética, el ácido glicólico también tiene usos industriales menos conocidos. Sirve para desengrasar y remover óxido.